Yo soy un Santanderino de nacimiento y Pielaguense de adopción, que siempre he disfrutado de las fiestas de mi pueblo “Santander”. A mis hijos siempre les he contado donde nací, donde vivía y donde he pasado mi niñez y juventud, quiero que sepan de donde vengo para que me entiendan mejor, si pueden.
Cuando yo era chaval en mi grupo de amigos siempre íbamos animado la fiesta con banderas de Cantabria y del Racing entonado canciones regionales y santanderinas o simplemente el “Cantabria querida…”, por aquella época para ser sincero íbamos dando un poco la nota, pero siempre recordare como la gente aplaudía en masa a los pies del Río De La Pila cuando terminábamos de cantar el Himno de Cantabria, algo emocionante sin duda.
No se si será porque Iñigo Serna es daltónico o no quiere diferenciar los colores rojo y blanco que tanto significan para mi y tan añoro cada vez que entro en Santander. Como se puede explicar que no haya ninguna bandera de Cantabria en ningún mástil de esos que coloca como loco por toda la ciudad, la capital de Cantabria debería de hacer referencia a su comunidad.
El doctor de Torrelavega, que aunque sea pediatra algo sabrá, debería de recetar al alcalde de Santander algo urgente para la “cantabritis” que padece, estoy seguro que si le lanzo a las manos una bandera de Cantabria y no os digo nada si lo hago con un lábaro, entraría en una fase de convulsiones y perdida de conocimiento.
Si ha este señor Alcalde le sacas de la bandera de Santander y de la de España las cuales amo con rotundidad y le presentas delante de su rostro la bandera roja y blanca de Cantabria, estoy seguro de se desmaya…
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